jueves, 14 de junio de 2012


El elefante ingrávido.
Hemos construido el planeta a modo de canción infantil. Todo empezó cuando un elefante decidió subirse a balancearse sobre la tela de una araña. Como veía que se resistía fue a buscar a otro elefante, así hasta que ahora todos tenemos conciencia que la tela de la araña está a un tris de quebrarse. Ante esta situación existen dos opciones. La de aquellos elefantes los más obesos y cabezones, que siguen engordando, que siguen balanceando la tela a su antojo,  que en fin,  piensan que si la tela quiebra,  en la caída los elefantes inferiores les amortiguaran el batacazo. Y la de los elefantes de buena voluntad. Analizan como hacer más resistente la tela de la araña, solicitan que armonicemos el balanceo y desafían a las leyes de la naturaleza buscando la fórmula del elefante ingrávido.

Pero, ¿quién dijo que queríamos un mundo opulento que se sostuviera sobre una telaraña de oprimidos? Por eso aparecen  voces que nos hablan del decrecimiento. El primer paso para soñar escenarios de futuro posible es que cese el balanceo y que nos bajemos de la tela de la araña ya. Inmediatamente.
Gustavo Duch. "Lo que hay que tragar"






Per jo, un llibre perfecte que recoman llegir!